Tras el inicio de la guerra en Ucrania a finales de febrero, el precio de las materias primas aumentó frenéticamente.
En medio de la incertidumbre, productos como el petróleo, los metales, la gasolina, el gas natural, el trigo, el maíz o la soja, se dispararon y en pocos días comenzó un nuevo boom de los commodities.
La invasión rusa y las sanciones aplicadas por las naciones occidentales a Moscú iniciaron históricos aumentos de los precios mundiales de los alimentos y los combustibles e impulsaron a las empresas a buscar fuentes alternativas de suministro.
“Tienes un shock en el que careces de productos básicos, alimentos y energía y también metales, hay un problema de seguridad alimentaria y [América Latina] se ve como la que nos ayudará a superar los problemas”, declaró en abril Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).